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28 febrero, 2009

El hombre que sabía demasiado II

La máquina Enigma

La guerra siempre busca nuevas ideas, y, en el curso de criptografía y cifrado que recibió tras volver de Princeton, se han fijado en él. En Bletchley Park tienen la esperanza de que les ayudará a descifrar la máquina Enigma. No sólo son sus cualidades en matemáticas, en Princeton construyó un sistema electrónico para cifrar mensajes basado en la multiplicación de grandes números. Su previsión del futuro seguía en aumento, hoy en día la criptografía se cimienta en la multiplicación de grandes números primos. Sin embargo, en aquellos días, la criptografía se basaba en cifrados polialfabéticos.

Este procedimiento de cifrado resulta sencillo: se cambia cada letra del mensaje original por otra de manera arbitraria. La forma de realizarlo se necesitaba que fuera compleja. Ya Julio Cesar lo utilizó en sus mensajes, desplazando las letras del alfabeto en tres unidades. Aunque a finales del XIX, resolver estos acertijos, constituía el divertimento de los principiantes. Había que ponerlo más difícil.

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