España es un país gozosamente inculto

 Estaba leyendo los titulares de los periódicos antes de acostarme y me ha saltado a la vista la frase que encabeza la entrada: España es un país gozosamente inculto. Los titulares son los titulares y saben engancharte. Encima de la frase el rostro de Peréz Reverte y he pinchado para leer el artículo.

No soy un lector de Peréz Reverte, sólo he leído Trafalgar y, aunque me gustó, lo encontré un poco… quizás debería decir demasiado realista para mi gusto que busca otras experiencias humanas. Sin embargo, no niego la fuerza de su obra y la elegancia con la que describe la acción. Pero volvamos al artículo.

El problema es que España es un país inculto, España es un país gozosamente inculto, es un país deliberadamente inculto, que disfruta siendo inculto, que hace ya mucho tiempo que alardea de ser inculto…

El adjetivo está utilizado, en mi entender, en la visión de la comprensión de la historia que tiene el español, la conjunción entre el cainismo y el analfabetismo histórico endémico que sufrimos los españoles. Es posible y probablemente acertado el punto de vista; o, tal vez, un exabrupto condicionado por la experiencia o la arrogancia. No obstante, no desentona el adjetivo ni en su visión, ni en la actitud del español actual.

La incultura es un mal que nos atañe a todos y la cultivamos con demasiada complacencia. Vivimos rodeados de medios que sólo buscan cautivarte utilizando los recursos primarios, bien lanzándole a nuestros hijos los deseos por una realidad maximizada: hay que ser una estrella de pop, un rapero de a pie, un futbolista con botas Nike; bien enajenado a los mayores con las diatribas de contertulios mercenarios (este es un mundo que merece un punto aparte). Y cuando no son los medios los que quieren captarte para cubrir su cuota de pantalla, son tus iguales quien menoscaban cualquier intento de luchar contra la incultura.

De pequeño entendía empollón como un insulto denigrante para quienes destacaban en las notas. Ahora el sinónimo de intelectual es el de vago, y el esforzase porque se luche contra una sociedad encauzada para que no se piense es… Me caliento como Peréz Reverte, miro a los lados y me digo: ¿para qué? Total, seguiremos ahondando más y más en la incultura endémica que vivimos.


Un comentario

  • vicente

    13 septiembre, 2011

    de incultos e imbrciles,yo estoy a pie de calle y lo veo.y decir que toda la incultura es gracias a la derecha,y va delante en las encuestas aun recortando en educacion.cuata razon tenia un alcalde que dijo cuantos tontos de los cojones votando a la drecha

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