¿Centrales nucleares?

Hasta hace muy poco pensaba que la energía nuclear podría volver a ser una alternativa. Hasta ayer. Entonces aparece la naturaleza y nos recuerda lo frágiles que somos y lo mucho que dependemos de la arbitrariedad de sus caprichos.

Podemos estimar la probabilidad de un suceso inimaginable y protegernos ante ella, pero siempre cabe la posibilidad que nos quedemos cortos, nunca lo suficientemente alejados del peligro. Lo suficientemente seguros de que no erraremos en nuetros cálculos.

Quién diría que en la zona de mayor actividad sísmica no previera un terremoto tan fuerte como para dañar una central nuclear. ¿Quién imaginaba que Japón, exponente de la modernidad, la preparación y la seguridad, sufriría un accidente nuclear?: la naturaleza. Fukushima es el claro ejemplo que la seguridad no podemos darla al cien por cien. Hoy mismo las autoridades niponas exclaman: ¡ni los reactores mas seguros del mundo están preparados para un suceso de esta magnitud!. De que sirve especular sobre si no se tuvo en cuenta características muy improbables, la naturaleza termina enseñandonos que no seamos engreídos. 

Otra vez surgirá la misma pregunta, la centrales nucleares nos ayudarían a paliar nuestra siempre exigente demanda de energía; pero, ¿que precio estamos dispuestos a pagar?

 


Un comentario

  • Miguel Ángel Guillén

    12 marzo, 2011

    Si la pregunta que subyace es centrales nucleares sí o no, creo que el argumento no es del todo válido.

    ¿Se puede romper una presa con un terremoto así? Seguro.

    Además, estamos hablando de una central nuclear que se construyó en 1961.

    En esta vida lo único seguro es la muerte.

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