«La innovación empresarial: el motor de la empresa española»,
Francisco González.
El otro día leí las palabras de Fernando Vallespín donde expresaba como seguimos jugando a competir dentro del paradigma de la «sociedad del conocimiento», donde el capital ya no es el recurso decisivo, sino la formación y la capacidad para innovar. Es posible que estas palabras sirvan de guía para que muchas empresas apuesten por la investigación e innovación estratégica sobre las TIC, o es posible que no. Es posible que muchas opten por dormir su visión de la innovación, o simplemente adopten una medida preventoría: «La innovación en TI puede producir un cambio radical en el negocio, mientras que la hibernación puede minimizar el gasto y dejar a la organización con recursos que pueden ser utilizados más tarde, explica Alistair Newton, vicepresidente de investigación de Gartner» (Según Gartner, los departamentos de TI deberían innovar o hibernar para pasar la crisis).
Los días de “La disciplina de los líderes del mercado”, de Michael Treacy y Fred Wiersema ya han quedado atrás, tanto en el mundo de la empresa como en el de las TI. Los 90 fueron el momento para elegir una estrategia: ¿Ser eficientes en la operativa (la visión utility), centrarse en el servicio al cliente o innovar en los productos? En los 2000, tanto la empresa como las TI necesitan atender esas tres cuestiones simultáneamente (La nueva visión y la nueva misión de las TIC ). Curiosas palabras que con dos años de antigüedad siguen teniendo vigencia.
Pero volvamos a las palabras de Francisco González. El presidente de BBVA, abogó por un cambio de modelo económico en España en el que la innovación juegue un papel importante para mejorar la competitividad. (BBVA insta a un cambio de modelo económico basado en la innovación)
En resumen, innovar, innovar e innovar.