Hoy leo de nuevo en el periódico una de esas noticias que me hacen reflexionar sobre lo incomprensible de algunas posturas: Los ingresos generados por la industria musical no han variado entre 2005 y 2008.
La industria musical es igual de rentable que siempre, lo que ha cambiado es la composición interna del negocio. Es la conclusión del informe que presentó ayer Fedea (Fundación de Economía Aplicada), y que contradice frontalmente las voces alarmistas de las entidades de gestión, las discográficas y el Gobierno.
Debe ser que a Fedea lo subvencionan los clik en las páginas de descarga. Echemos la mira un poco atrás:
El cine aumentó recaudación y espectadores en 2009 en España. Reuters, 21 de enero de 2010.
2009 ha sido el segundo mejor de la década en recaudación y número de espectadores en las salas de cine españolas, según datos facilitados por el sector de la exhibición. Incluso Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de FECE (Federación de Cines de España), se atrevía a afirmar: "somos optimistas con estos datos porque a pesar de la crisis y la piratería en Internet hemos conseguido mantener la cuota de mercado".
Internet, el ogro de la industria cinematográfica y musical, no ha conseguido que Avatar sea la película más recaudadora batiendo records, ni que ‘Ágora’, ‘Planet 51’ o ‘Celda 211’ hayan relanzado el cine español.
El artículo del pais.com no tiene desperdicio. "A juicio de Michele Boldrin, prestigioso economista y uno de los artífices del informe, ‘la industria no se resiente porque la gente intercambie canciones’".
Como resultado: la letanía que no quieren reconocer.
El modelo de negocio es obsoleto, y resistirse al cambio, como pretende la LES [Ley de Economía Sostenible], es un error. Es verdad que con el cambio al modelo digital muchos se quedarán por el camino: distribuidores, tiendas físicas, etc. Pero lo que hay que hacer es reinventarse
Cualquier músico, ahora, por muy pequeño que sea, puede mostrar y vender su trabajo en la red. Esto provocará que haya mucha más competencia, posiblemente las cuatro grandes discográficas de dividirán en muchas más y lo único que cambiará es que tocará a menos que antes. Ya no ganarán tanto dinero
