John Napier

John Napier (1550-1617) fue quien primero desarrollo la idea de logaritmo. Utilizaba las matemáticas como un hobby y se interesó por el estudio que de ciertas progresiones geométricas había realizado Arquímedes. Veía, como Arquímedes, la curiosa relación de la multiplicación de dos términos de la progresión se relaciona con la suma de la posición que ocupaba en la progresión. Esta relación era muy importante para calcular productos de números, aunque en ese momento era más frecuente calcular los productos mediante fórmulas trigonométricas.

Si se deseaba calcular el producto de ab se utilizaba fórmulas como

 producto de senos

calcular la suma y la resta resultaba más sencillo, y habían extensas tablas de senos que daban los resultados. Estas tablas no eran las únicas, existían otras fórmulas que proveían de sus respectivas tablas para resolver productos costosos sin error. Estos cálculos resultaban muy demandados con los nuevos avances en campos de la ciencia, como la astronomía, que se estaban produciendo.

En ese empeño, Napier dedujo la función logarítmica con la propiedad que resultó fundamental

log(ab)=log(a)+log(b),

y las otras propiedades. Ahora la multiplicación se convertía en suma, la división en resta y la potencia en multiplicación, solo se necesitaba de unas buenas tablas de logaritmos. Unos años después de que en 1614 Napier publicara sus hallazgos, el profesor de matemáticas en la Universidad de Oxford, Henry Briggs, le sugirió la utilización de la base decimal para el cálculo de las tablas de logaritmos. Esto ayudo en gran medida a la implantación del sistema decimal.

El mérito de los logaritmos no se debe en exclusiva a Napier, también aportó el relojero y matemático suizo Joost Bürgi, quien estaba muy involucrado en técnicas rápidas para calcular productos. Su visión fue sobre considerar la base 1.0001, y estudiando las potencias de 1.0001^n dedujo las tablas de logaritmos de Bürgi.