«Lo que cuenta para mí en una novela histórica es la plausibilidad».
Gisbert Haefs.

Aunque llego con retraso, no me resigno a comentar el nuevo libro de un autor al que admiro. Tras Anibal y Alejandro, que mejor elección que ¡Cesar!. Tendrá que competir con muchos, ya he leído el magnifico Cesar de Rex Warner, y no por ello me siento desanimado con la nueva incursión. Lo importante no es la historia de uno de los estrategas más importantes de todos los tiempos, y, posiblemente, el que más decidió en ella; lo importante es como te lo cuenten, quién será esta vez el que relate los hechos. No son las mismas interpretaciones en las mismas personas, sino opiniones diferentes en personajes diferentes. Además, como no es historia, sino novela histórica, el autor puede jugar con ciertos hechos y darle una interpretación propia. Cesar seguirá cruzando el Rubicón, pero ¿cuál será el detonante de esta acción? Esto es lo que importa, el juego de mezclar la realidad con la ficción, haciéndolo creíble y al tiempo ameno.

Con Anibal se siente la desesperación del púnico frente a los arrolladores romanos y con Alejandro la grandiosidad de quien cree de verdad ser la reencarnación de un dios. En Troya descubrí que un mito puede ser tan humano como semi-dios sin perder el deseo de conocer sus aventuras… Se me nota, verdad, soy un apasionado de Gisbert Haefs.

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