Gutenberg…, bueno

Esta tarde (a estas horas mejor debiera decir ayer por la tarde) leía un artículo en NG Historia sobre Gutenberg, y recordé la entrada de Enrique Dans que titulaba Quemando a Gutenberg. No se trata de ser tiquismiquis, simplemente me gusta conocer la verdad y, a veces, esta se viste de caprichosa anécdota de la realidad.

En la entrada que Dans realiza para los Blog de Expansión, y aparece en el periódico, relaciona al gran inventor con el juicio a Pablo Soto (casualidad que su apellido y el mio coincida). Establece la comparación de la imprenta queGutenberg inventa, o como bien dice: más que inventar lo que hace es proporcionar sustanciales mejoras sobre algo que ya existía, sobre el mundo copista de producción artesanal, con el actual desarrollo de Internet y los celosos delcopyright . Y tiene mucha razón, la imprenta provocó un cambio sustancial en el avance de la ciencia desde los tiempos de los griegos. No cabe duda que el renacimiento no habría sido el gran revulsivo para los científicos de no haberse facilitado un método de comunicación de los hallazgos tan eficaz como el papel impreso.

Ese mismo fenómeno es el cambio que Internet está proporcionando a los medios de comunicación en este siglo: lo que hoy se descubre en un recóndito lugar, mañana se conoce en el mundo entero. No entro en la analogía que supone el juicio a Pablo Soto, si no en eltrasfondo de la metáfora:

» A fortunadamente para Gutenberg, las cosas en sus tiempos se movían a menor velocidad que ahora. De no haber sido así, Johannes se habría encontrado sentado ante un tribunal, acusado por el gremio de copistas de la época de enriquecerse poniendo en peligro su modelo de negocio, mientras colaboraba con la difusión de obras perniciosas y malignas«.

Bueno…, pues es verdad, con la salvedad de que Gutenberg no deseaba universalizar su invento. Como buen mercader de principios del renacimiento solo pretendía el enriquecimiento, e instaba a sus socios que no relatasen nada de sus avances a otros. Fue la guerra quién extendió el uso de la imprenta. Como podéis leer en el artículo deLuzón (NH Historia, nº63), ante la guerra que sufrió Maguncia, la ciudad donde Gutenberg trabajaba con su imprenta, muchos artesanos y comerciantes huyeron, y entre ellos los distintos impresores que rápidamente difundieron lo que habían aprendido en los diferente lugares donde se asentaron.

No obstante la metáfora de Dans está muy bien, aunque Gutenberg no fuera un santo. Posiblemente Pablo Soto tampoco sea un santo, pero la metáfora no equipara a Pablo con Gutenberg, sino a Gutenberg con Internet. Claro…, que…, a Internet no se le puede llevar a juicio.


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