Una remozada Silicon Graphics pretende traernos los superordenadores a nuestra casa. Bueno, eso de a nuestra casa queda un poquito lejos, pero a la del vecino con un buen bolsillo si es posible. Incluso a las empresas y universidades que no puede permitirse adquirir un Cray, o un PowerEdge, o un SM, y no digamos un BlueGene o un Roadrunne, pueden plantearse adquirir un primo pequeño, que aunque pequeño da marcha: escalar hasta 80 núcleos no es nada despreciable.
“Octane III llevará a SGI al espacio de los ordenadores de sobremesa de nuevo”, podeís leer en Octane III, el superordenador de SGI (www.eweekeurope.es)
Lo importante es fomentar la adquisición de estas máquinas, antes de no tener nada. Sin embargo, una duda me intriga: si SGI se fue a la quiebra con sus Altix, ¿podrá levantarse con un hermano menor?