Hoy he leido la noticia de que Microsoft rechazó un contrato para abastecer de consolas Xbox 360 al Pentágono (Microsoft rechazó vender Xbox 360 al Pentágono). La noticia resulta curiosa en cuanto a que es un contrato que alimentarias las cuentas de Micro, pero nada curiosa en cuanto a la respuesta de rechazo.
Según Smith, en Microsoft pensaban: "¿Realmente queremos que la Xbox 360 sea vista con sabor de un arma? ¿Realmente queremos que mamá y papá sepan que sus hijos compran la misma consola que utilizan los Seals y los Rangers para entrenarse?".
Estas palabras me han recordado el incidente que comenzó la llamada Guerra de las corrientes. En ella, Edison pensó que apoyar el uso de la corriente alterna para su utilización en la silla eléctrica, crearía una asociación en la mente del consumidor americano: la corriente alterna mata. Ese pensamiento favorecería la implantación nacional de la corriente continua que el vendía. Se equivocó, la corriente alterna triunfó en la batalla por electrificar EEUU (incluso las sillas, aunque Westinghouse no la quería) y él tuvo que sufrir la tortura de ser identificado con el creador de la silla eléctrica, cuando estaba en contra de la pena de muerte.
Y Microsoft, ¿se equivoca?.
