En el corazón de la fórmula 1

Con un software bastaría para conducir un coche de fórmula 1. Pero no lo haría tan bien como Alonso, Vettel o los otros pilotos profesionales. Ellos son auténticos gladiadores. Y aún no hemos construido softwares gladiadores

Así comienza el artículo En el corazón de la fórmula 1, de Luis Doncel en elpais.com de ayer. En el se puede leer la cada vez más relevante presencia del los programas informáticos en los desarrollos de los coches.

Aparte de la destreza del jovencísimo Sebastian Vettel y de los motores Renault, una de las claves de este éxito radica en un software que fabrica la alemana Siemens.[…] Este aparatito -denominado Product Life Management o PLM- es un potente software de simulación de procesos que nació en 2007 con un objetivo muy distinto del de ganar mundiales en bólidos sobre cuatro ruedas. La idea se basa en reproducir el proceso de producción, pero no de una forma física, sino virtualmente. Con esta simulación se ahorra tiempo y dinero, ya que los ensayos de prueba y error se hacen tan solo a través del teclado, y no se construyen hasta que ya están testados.

Como indica la simulación es parte primordial para la reducción de costes, y esa simulación se realiza a través de software especializado para los fines deseados, y con una componente matemática muy desarrollada. Por ejemplo, Simulink de MatLab es una herramienta que utilizan algunos de mis compañeros en sus investigaciones, y que puede ser aplicado, como el software de Siemens, "a un sinfín de sectores, como el de la automoción comercial, el transporte, la industria aeroespacial, la defensa, el desarrollo de productos industriales, la alta tecnología o las empresas de energía. Por ejemplo, los diseñadores de las cámaras fotográficas Canon utilizan este software para desarrollar nuevas formas y superficies en sus cámaras y en el ensamblaje de sus piezas".


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