“Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.”
Miguel Hernández.
Hace un año que nos dejó Juan Antonio Cebrián. Durante los últimos años su programa radiofónico, La Rosa de los Vientos, alimentó mi interés por la historia y otros temas, enseñándome que más se adquiere de un gran divulgador que de un docto profesor. Aunque sus libros de historia pequen, para algunos, de falta de rigor, contribuyen más a la difusión de la historia que los extensos manuales de los catedráticos. Y sus otros libros son rincón de esparcimiento para lectores ávidos de nuevas curiosidades.
Un día como hoy, hace un año, muchos lloramos su muerte. Sin embargo, somos agraciados porque su legado continua con nosotros.
“Todos los días perdemos una docena de genios en el anonimato. Y se van, y nadie sabe de ellos; de su historia; de su peripecia; de lo que han hecho; de sus angustias; de sus alegrías… Pero al menos una docena de genios se van todos los días sin que sepamos nada de ellos.” Juan Antonio Cebrián.
Los rosaventeros, nunca dejaremos que este genio se pierda en el anonimato. Son las 01:04 y en la radio suena la música de La Rosa.