Internet no nació libre

y consiguió hacerse libre,

ahora no podemos dejar

que le quiten la libertad.

El libro de Eco no trata de una apasionante novela; de El nombre de la rosa, o, de Baudolino, por contar sus novelas que he leído. El libro de Eco trata sobre el deseo de la pervivencia del libro en papel.

En elpais.com se lee la entrevista que le han hecho a Umberto Eco. En ella, el maestro, se aferra al papel frente a los soportes analógicos. Y tiene cierta razón.

En 2020 un libro escrito en papel seguirá leyéndose con la misma facilidad que hoy. Abriremos sus hojas, de color desgastado por el tiempo, y disfrutaremos de la misma tinta que años atrás leímos. Sin embargo, el fichero guardado en nuestros discos no serán tan fácil leerlos.

Cuando me compre mi primer ordenador, empece a escribir pequeñas cosas con el famoso WordStar. Tanto mis escritos como el programa entraban en un disquete de 720Kb. No disponía de dinero para gastarme, lo mismo que me costo el PC1 de Olivetti, en un disco duro de 20 Mb.

A mis manos llegó el  WordPerfect 5.1. ¡Guau, que cambio. Modifique mis archivos de texto y volví a escribirlos para el nuevo procesador, ya en un disco de 1.44Mb. Era hora de cambiar de ordenador.

Mi primer clónico, un 286, con monitor en blanco y negro, pero al menos un disco duro para arrancar sin disquete.En la universidad me dijeron si no conocía el nuevo programa que hacía competencia al WordPerfect, se llamaba MS Word, y me agencié la versión 5.2 para DOS. Entre dos para DOS, opté por no cambiar los ficheros (ya me estaba dando pereza), aunque el proceso de cambio no resultara tan difícil.

Pero llegó Windows y todo lo cambió. Había que cambiar de programas, y, claro, ante Microsoft, la mayoría sucumbimos.

Desde entonces, las sucesivas versiones de Word; el repaso de los disco para actualizar los ficheros a las nuevas versiones y cambiar la información en nuevas fuentes de almacenamiento (eso es otra historia, las fuentes de almacenamiento cambian más rápido que nuestro deseo de actualizarlas. Todavía conservo varios ZIP de Iomega en perfecto estado, que no se que hacer con ellos). En fin, la información perdura, pero gracias a mi esfuerzo en actualizarla.

Seguro que los ficheros en pdf, doc, … se leerán dentro de 20 años, o se necesitará un programa que los pase a los formatos presentes en ese momento.  Pero el libro estará ahí, con sus hojas amarillentas y algunas pegadas, sin necesidad de pasarlo a otro formato para poderlo leer.

No obstante, el deseo es diferente a lo que acontecerá, y, en un futuro donde la prensa en papel es incierta, aventurar la pervivencia del libro en papel resulta más un anhelo que la certeza de verlo cumplido.

Lo más probable es que perdure, como los discos de vinilo, para quienes siguen amando el tacto de las hojas entre los dedos. Lo más probable es que, al final, nuestros tataranietos recuerden vagamente aquello que sus antepasados sujetaban entre sus manos con amor, aunque jamás sepan, ni sabrán, su nombre.

El cine se está convirtiendo en un referente para cultivar famosas citas. Y no es por la literaria labor del guionista en enlazar profundos textos para los protagonistas, se trata del recuerdo que provoca en el espectador la frase con la película. Por ejemplo, si decimos «¡más madera!» sabemos que Groucho Marx circula por nuestra mente para que a continuación su hermano Chico le recuerde: «y dos huevos duros».

Estas frases perduran en nuestro recuerdo como abanderadas de las películas donde las vimos. A veces recordamos la frase antes que la película. Y, en la mayoría, sonreímos con el gag por encima del contexto para el que se creo.

En La mejor frase del cine, podéis encontrar muchas de las que se dicen más famosas. Aunque a algunos nos parezcan más importantes otras: elemental, querido Watson.

Mi particular afición son por las que nunca existieron y, sin embargo, permanecen en la memoria de todos. Rick nunca dijo: «Tócala otra vez Sam», no obstante cualquiera apostaría que sí. Lo curioso que nos cuenta el blog es su procedencia (que desconocía):

Lo cierto es que la frase proviene de la película de los hermanos Marx ‘Una noche en Casablanca’ y que más tarde Woody Allen popularizó con su filme ‘Sueños de seductor’.

Un caso parecido nos pasó en España con la frase: «No siento las piernas». Esta frase se hizo sumamente popular por el programa de televisión, Esta noche cruzamos el Mississipi, en donde Santiago Urrialde actuando como John Rambo protagonizó un gag del programa. Desde esa noche de 1995 la coletilla se hizo famosa en el programa y vida del actor.

Sin embargo, como antes John Rambo nunca dijo esa frase, como podéis apreciar en youtube. En Acorralado, John Rambo cuenta un atentado y al relatarlo dice:»No encuentro las piernas». En realidad, la frase pertenece a la película El Cazador, de Michael Cimino (The Deer Hunter, 1978), y la dice el actor John Savage cuando Robert De Niro lo ayuda a salir del río.

Curiosidades que gracias a Internet podemos conocerlas con más certeza, aunque también a propagar las falsas. Por ese motivo, cada vez que tengáis la oportunidad, decid la cita y el autor correcto, y recordar que, aún siendo bonito, el epitafio «Perdonen que no me levante para saludarlo», no está en la lápida de Groucho Marx.

Os adjunto un excelente artículo que ha escrito mi compañero Miguel Ángel Guillen para el UCAMenbreve.

Nadie puede negar que estemos ante una de las mayores crisis económicas. Y como cualquier euro ahorrado será necesario mañana, se hace indispensable buscar la mejor oferta allí donde se encuentre. ¿Dónde está la solución? ¿Existe algo distinto a lo conocido? Sí: Internet, que es y será una pieza clave en el ahorro familiar.

Pero, ¿qué ocurre en nuestro país para tan bajo uso del comercio electrónico? En mi opinión hay dos reticencias principales: no existe un contacto directo con el vendedor y nuestra información es enviada a través de la red sin saber quién hay detrás.

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“La supercomputación es un medio para competir e innovar”.
José Antonio de Paz, presidente de HP Española.

He encontrado este didáctico artículo de supercomputación, La supercomputación conquista Madrid, en él se dicen cosas muy interesantes:

“Mientras a escala mundial los mayores consumidores de supercomputación son las empresas, en España lo son las instituciones públicas, en concreto, las universidades y los centros de investigación. No obstante, esta realidad está cambiando y cada vez habrá más empresas que demanden estos servicios de supercomputación”.

Así pues, vemos como constantemente se abren nuevas vías de progreso tecnológico lejos del caduco ladrillo. No obstante, todavía queda mucho por realizar. Aún siendo las Universidades y Centros especializados quienes manejan, principalmente, estas máquinas lejos está el fomento en la educación del uso de las mismas. Es posible que un mayor avance se produzca con el apunte que dice

Frank Baetke, director mundial de tecnología de alto rendimiento de HP, “el alquiler de servicios de supercomputación por parte de universidades a centros de investigación será algo cada vez más frecuente. El siguiente paso será usar cloud computing para los servicios de supercomputación, aunque aún no se sabe cómo hacerlo”

  En el país de ayer podéis consultar un excelente artículo, El clima acabó con los Mayas y Vikingos, sobre los procesos traumáticos que vivieron pasadas sociedades debidas al cambio climático; a veces accidental, otras inducido.

Los cambios en el termómetro del planeta, unidos al desprecio de la sociedad por el medio ambiente, han dictado el derrumbamiento de prósperas civilizaciones antiguas, como la maya, la sumeria y la de la isla de Pascua. Una lección para no olvidar.

Incluso hoy en día nosotros provocamos la desaparición de especies animales al influir en su habitad: bien alterando el clima que necesitan, bien destruyéndolo con las continuas deforestaciones.

Lo penoso es que conociendo nuestro pasado, nos cuesta aprender para corregirlo en el futuro. Una vez más los refranes tiene razón: El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

Hace poco más de un año que Microsoft intentó comprar Yahoo! a golpe de talón. Entonces no estábamos en caída vertiginosa, como al cabo de unos meses se entró y Yahoo! se creyó suficientemente fuerte como para darle plantón a Micro. En septiembre cambiaron las tornas, Yahoo! se retractó y, después de ver que nadie la quería, busco una reconciliación. Pero Ballmer no es un recién llegado, ahora es Micro quien no quiere.

La pregunta sería: ¿Microsoft no quiere, o es que se hace de rogar?. Desde luego no pagará, ni por asombro, el suculento desembolso que iba a pagar (otro de los chollos que se dejaron pasar). Quizás espere comprarla por sus deudas.

Ya han estado en negociaciones para comprar el negocio de búsquedas, dando a entender que Micro sigue interesada. Esperará que Yahoo! continúe la caída.

Al tiempo, aparecen informaciones sobre si Microsoft debe comprar Twitter para adentrarse en las redes. Microsoft solo mantiene una participación Facebook y no querrá quedarse atrás como en el tema de los buscadores. Además enseña las garras del dinero en estos tiempos de su carencia.

¿Qué pasará? Si Yahoo! no quiere desaparecer se fusionará. Si Microsoft se hace mucho de rogar, aparecerá un tercero que le quitará la pieza ya cansada, como Oracle al arrebatarle Sun a IBM.

Lo cierto es que he dudado en escribir el título con signos de interrogación o signos de admiración.

La noticia acapara todos los medios de comunicación: La SGAE se retracta y asegura que devolverá los 5.629 euros al menor aquejado del Síndrome de Alexander.

¿La SGAE se retracta?

A quién quieren engañar, primero cobran y después, ante el acoso mediático, dan marcha atrás (o dicen que dan), aunque no dicen que se han equivocado ya que para ellos actuación ha sido «absolutamente respetuosa con la Ley de Propiedad Intelectual» y «que no permite la concesión de licencias gratuitas». Como diría Woody: Coge el dinero y corre.

¡La SGAE se retracta!

De repente te planteas: son humanos, tienen conciencia. Después despiertas y compruebas que todo es un puro espejismo. La realidad supera a muchas personas y las nuevas tecnologías deja obsoletas las mentes de quienes se aferran a vivir en el pasado.

En el pasado el senador McCarthy persiguió a todo aquel que realizara actividades antiamericas, la ley lo apoyaba. Hasta que un día la sociedad, asqueada, dijo basta. Aquí parece que es día está por llegar.

A veces cuesta decidirse entre llorar o reír:Las Fuerzas Aéreas de EE.UU. usan una versión ultrasegura de XP. Quizás sea un chiste, el de la versión ultrasegura del XP, o el de que las Fuerzas Aéreas de EEUU llaman a Microsoft…

Lo iracundo es el trato por el XP-USAF:»dispone de más de 600 configuraciones ajustadas así como un tiempo de aplicación de parches de seguridad de tan sólo 72 horas frente a los 57 días de la versión estándar». Es decir, para el resto de los mortales no importa que nuestras máquinas funcionen mal, que no se hallan bloqueado el 85% de bugs previos conocidos y que el volumen de llamadas al soporte sea muy alto.

No buscamos diseñar un sistema operativo eficaz para todos, no, para el resto de mortales interesa que paguen contratos de mantenimiento y que estropeen su ordenador por incompetencia en el diseño del programa. Recuerdo cuando un compañero me decía: a qué empresa se le permite sacar al mercado un producto con defectos manifiestos.

Esta jugada de Micro puede entenderse como quien dice: mira, poder hacer un sistema guay, puedo, pero …, o sea, no es por no hacerlo…

Ahora, si se trata de las Fuerzas Aéreas; es decir, un contrato militar muy, pero que muy sustancioso entonces si merece la pena. Quizás conocen que las Fuerzas Aéreas de EE.UU. mantienen el proyecto Stargate, y quieren hacerse con el control de las Puertas: no les basta con controlar las ventanas.