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Jesús Soto

El Presidente geek

«Ellos no traen armas ni las conocen, porque les mostré espadas y las tomaban por el filo, y se cortaban con ignorancia. No tienen algún hierro; sus azagayas son unas varas sin hierro, y algunas de ellos tienen al cabo un diente de pece, y otras de otras cosas».

‘Diario de a bordo’. Cristóbal Colón.

El Presidente geek es el título de la entrada de este lunes pasado en el Blog de Enrique Dans. Nos comenta sobre la afición del nuevo presidente de los EEUU, Barack Obama, por los medios tecnológicos. El uso de Flickr, la familiaridad con iniciativas como Creative Commons, YouTube…, me recuerda el divertimento conspiranoico que escribí en Obama versus McCain.

Que tiemble Microsoft, Clinton no pudo dividirla, quizás Obama… Aunque, lo más probable es que Microsoft ya no tenga miedo, hay un monstruo que aspira a ser más grande.

Tesla & Intel

Somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver
más, y más lejos que ellos, no por alguna distinción física
nuestra, sino porque somos levantados por su gran altura.

Bernardo de Chartres.

El artículo Intel demuestra tecnología inalámbrica de transmisión de electricidad, me ha recordado la figura de Nikola Tesla y su proyecto Wardenclyffe. Este proyecto buscaría uno de sus deseos más utópicos: la trasmisión de electricidad gratuitamente. Sin embargo, la Torre Wardenclyffe se erigió como su proyecto inacabado, consumiéndose desde 1901 hasta 1917, en Shoreham, Long Island. Siendo uno de los centros de especulaciones y leyendas que nos han llegado hasta nuestro tiempo, cuna del famoso rayo de la muerte que partió de esa torre y causó el suceso de Tunguska.

Esa leyenda tan irreal como fantástica es el fruto de la especulación sobre una mente capaz de uno de los logros científicos  que más ha contribuido al desarrollo de la sociedad actual, hablo de la corriente alterna. Tesla fue el precursor de lo que hoy hablamos tan comúnmente como wireless, en 1898 hizo la primera demostración de un barco navegando por control remoto.

Y bastante antes que Intel, en la Convención de la Asociación Nacional de Alumbrado Eléctrico de St. Louis, 1893, demostró por primera vez que la transmisión de la electricidad inalámbrica era posible.

SaaS

“El negocio del software está próximo a su fin”
Jonathan Bush.

SaaS es el acrónimo de Software as a Service (Software como servicio), en el interesante artículo 10 tendencias informáticas para el 2009 aparece como una de las tendencia tecnológicas que tendrá una ventaja competitiva en el mercado de 2009.

«Los entornos de cloud computing permitirán que el concepto de Software como Servicio (Saas) asuma protagonismo en áreas más allá de los ERP, los CRM y los sistemas de RRHH. Rob DeSisto, analista de Gartner, opina que las empresas están viendo cada vez más los beneficios de mover el gasto en software a gran escala desde las partidas de presupuesto de inmovilizado hasta la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio en curso».

Si se lee la entrada de SaaS en la wiki nos dice que es un modelo de distribución de software en donde la compañía de IT provee el servicio de mantenimiento, operación diaria, y soporte del software usado por el cliente. En otras palabras es tener la información, el procesamiento, los insumos y los resultados de la lógica de negocio del software. En palabras simples: El cliente tiene el sistema hospedado en la compañía de IT.

Esto aportará ventajas respecto del los nuevos profesionales en informática y sus clientes:

  • El cliente no necesariamente debe tener un área especializada para
    soportar el sistema, por lo que baja sus costos y su riesgo de
    inversión.
  • La responsabilidad de la operación recae en la empresa IT. Esto significa que la garantía de disponibilidad de la aplicación y su correcta funcionalidad, es parte del servicio que da la compañía proveedora del software.
  • La empresa IT no desatiende al cliente. El servicio y atención
    continua del proveedor al cliente es necesaria para que este último
    siga pagando el servicio.
  • La empresa IT provee los medios seguros de acceso en los entornos
    de la aplicación. Si una empresa IT quiere dar opciones SaaS en su
    cartera de productos debe ofrecer accesos seguros para que no se
    infiltren datos privados en la red pública.
  • No es necesaria la compra de una licencia para utilizar el
    software, sino el pago de un alquiler o renta por el uso del software.

Y es precisamente en los inconvenientes donde se encuentra el campo abonado para las futuras investigaciones y mejora de este modelo de trabajo.

John Napier

John Napier (1550-1617) fue quien primero desarrollo la idea de logaritmo. Utilizaba las matemáticas como un hobby y se interesó por el estudio que de ciertas progresiones geométricas había realizado Arquímedes. Veía, como Arquímedes, la curiosa relación de la multiplicación de dos términos de la progresión se relaciona con la suma de la posición que ocupaba en la progresión. Esta relación era muy importante para calcular productos de números, aunque en ese momento era más frecuente calcular los productos mediante fórmulas trigonométricas.

Si se deseaba calcular el producto de ab se utilizaba fórmulas como

 producto de senos

calcular la suma y la resta resultaba más sencillo, y habían extensas tablas de senos que daban los resultados. Estas tablas no eran las únicas, existían otras fórmulas que proveían de sus respectivas tablas para resolver productos costosos sin error. Estos cálculos resultaban muy demandados con los nuevos avances en campos de la ciencia, como la astronomía, que se estaban produciendo.

En ese empeño, Napier dedujo la función logarítmica con la propiedad que resultó fundamental

log(ab)=log(a)+log(b),

y las otras propiedades. Ahora la multiplicación se convertía en suma, la división en resta y la potencia en multiplicación, solo se necesitaba de unas buenas tablas de logaritmos. Unos años después de que en 1614 Napier publicara sus hallazgos, el profesor de matemáticas en la Universidad de Oxford, Henry Briggs, le sugirió la utilización de la base decimal para el cálculo de las tablas de logaritmos. Esto ayudo en gran medida a la implantación del sistema decimal.

El mérito de los logaritmos no se debe en exclusiva a Napier, también aportó el relojero y matemático suizo Joost Bürgi, quien estaba muy involucrado en técnicas rápidas para calcular productos. Su visión fue sobre considerar la base 1.0001, y estudiando las potencias de 1.0001^n dedujo las tablas de logaritmos de Bürgi.

¿La presión surte efecto?

Si quieres la paz, lucha por la justicia.
Pablo VI


=== nota de prensa ===

12 de noviembre de 2008

EL SENADO APRUEBA, DE FORMA UNÁNIME, UNA MOCIÓN QUE PROPONE QUE LAS INGENIERÍAS INFORMÁTICA Y QUÍMICA TENGAN EL MISMO TRATO QUE EL RESTO DE INGENIERÍAS.

=== Moción sobre la Ingeniería Informática ===

La Comisión de Ciencia e Innovación insta al Gobierno a:

1- Incorporar tras un breve periodo de tiempo las titulaciones del ámbito de la ingeniería informática (grado y master) en la discusión del conjunto de las ingenierías.

2- Estudiar, respetando la legislación y normativa vigentes, las posibilidades de definir soluciones transitorias para que la ingeniería informática tenga el mismo trato que el resto de las ingenierías hasta el desarrollo legislativo de la regulación de profesiones en el marco de trasposición de la Directiva Europea de Servicios.


Bolonia en la Ingeniería

Ayer en Tribuna del suplemento CAMPUS de El Mundo aparecía este interesante artículo


Bolonia en la Ingeniería
MANUEL ACERO

El pasado mes de enero, la Universidad, atendiendo a una petición conjunta del Ministerio de Educación, las ingenierías técnicas y las ingenierías superiores, presentó una propuesta concreta para la reforma de las titulaciones, siendo entonces cuestionada sólo por los representantes de las ingenierías técnicas.

Una vez pasadas las elecciones, a finales de julio, el nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación, de acuerdo con los rectores de las universidades emitió un nuevo borrador que es esencialmente idéntico al que las universidades plantearon en enero.

En síntesis: desde enero existe una posición bien definida y apoyada mayoritariamente. ¿Cuál es esta posición? Se trata, en esencia, de proponer títulos de grado especializados de cuatro años de duración, y titulaciones de máster de un mínimo de un año y un máximo de dos.

Este planteamiento tiene en cuenta la necesidad de disponer de títulos de grado que habiliten para el ejercicio profesional, lo que conduce a plantear grados especializados.

De esta manera, con la formación adicional del máster, se podrán adquirir otras disciplinas dando lugar a un profesional generalista.

Las nuevas titulaciones tendrán atribuciones profesionales -derechos profesionales especificados por ley-. Dado que estas atribuciones se otorgan por ley será necesario, hasta que no se promulgue una nueva norma, seguir aplicando las existentes.

Como solución temporal se aplicarán las atribuciones de las actuales ingenierías técnicas a los grados y las de las actuales ingenierías superiores a los máster.

La nueva ley que se dicte en su día modificará el alcance de las atribuciones, particularmente las relativas al grado porque éste tiene duración y alcance superiores a los de la actual Ingeniería Técnica. Por ello, polemizar en estos momentos sobre las atribuciones del grado no tiene fundamento alguno.

El plan se basa en dos conceptos fundamentales. El primero es que no se pueden tener derechos, atribuciones y responsabilidades sobre lo que no se ha estudiado. Por tanto, las atribuciones no pueden otorgarse, y así se ha entendido siempre, más allá de los conocimientos adquiridos. El segundo, igualmente obvio, es que a un número mayor de años de estudio tienen que corresponderle más derechos, atribuciones y responsabilidades.

Estos dos conceptos son los que inspiran la documentación consensuada por el Ministerio de Ciencia e Innovación y las universidades.

Se trata de premiar el esfuerzo y el sacrificio con el objetivo de perfeccionar las habilidades profesionales, lo que es un pilar fundamental y el motor del ánimo de superación que debe anidar en cada trabajador de nuestra sociedad.

Es necesario, al hablar de posturas y hechos, hacer algunas precisiones adicionales. Las discusiones se han llevado a cabo de forma transparente y en ellas no ha tenido presencia ni influencia alguna el mundo de la política. Cualquier comentario en este sentido carece totalmente de base. Los rectores son ingenieros superiores y, habría que resaltar que alguno es también, ingeniero técnico. ¿Qué otra cosa podrían ser para tratar los temas de la ingeniería?

Cuestionar su buen hacer no tiene fundamento ni por su formación ni por su talante, que se ha demostrado receptivo y negociador en todo momento.

Es importante añadir que, aunque no es este el plan de partida de los ingenieros superiores, entendemos que en una negociación todas las partes tienen que ser razonablemente flexibles.

En conclusión, la situación actual es que tenemos un plan apoyado de forma muy mayoritaria, que reconoce y respeta plenamente los principios del Proceso de Bolonia y que secundamos desde las ingenierías superiores en el convencimiento de que, con él, el futuro de nuestra educación en ingeniería es esperanzador.

Manuel Acero es presidente del Instituto de la Ingeniería de España.


¿Qué opináis?

Logaritmos

Es curioso como a veces encuentras explicaciones sencillas en los sitios menos esperados. Explicando a los alumnos una respuesta a la eterna pregunta: ¿para qué sirve…?, les comenté, lo que he encontrado en una web de medicina posiblemente de manera más simple, que la extensa explicación que les he dado. Será deformación de matemático.

Os dejo el artículo Logaritmos de Adrián Paenza, doctor en matemáticas y autor de libro «Matemática…¿Estás ahí?».

Quiero contar una breve historia. No estoy seguro de que haya sido exactamente así, pero es un recuerdo distorsionado de mi pasado.

Para fijar las ideas, digamos que tenía entre 7 y 8 años. Mi padre solía charlar conmigo sobre diferentes situaciones de la vida cotidiana. Trataba de interesarme en lo que sucedía a mi alrededor. Vivió (y mi madre también, claro) intentando que mi hermana y yo entendiéramos la importancia de respetar al otro, de ser generosos, solidarios. No sé si lo consiguió, pero ciertamente lo intentó.

Recuerdo que una vez trajo un librito pequeño, con muchas páginas. Cada página tenía muchos números. Muchos. Cada número figuraba en una pequeña tabla. Si la memoria no me traiciona, creo que en el lomo (del libro) decía: “Tablas de logaritmos de Lalande”.

Aunque parezca raro, mi idea, al ver tantos números, era saber si podía descubrir cómo estaban ordenados y qué patrón podía encontrar. Era fácil advertir que estaban dispuestos de menor a mayor, pero ¿qué separaba a uno del siguiente? ¿Cómo hacer para calcular el próximo sabiendo el anterior?

No me daba cuenta de que, si hubiera habido una manera de hacerlo, ¿para qué alguien habría de escribir y publicar un libro sobre el tema? Es decir, si hubiera habido alguna forma de descubrir el número siguiente, conociendo el anterior, no tendría sentido escribir esas tablas. Sería equivalente a que aparecieran publicadas las tablas de multiplicar.

La pregunta obvia era entonces: ¿para qué sirven? ¿Qué son los logaritmos?

Mi viejo me preguntó: “¿Qué es más fácil: multiplicar o sumar?”. Yo contesté lo mismo que usted está pensando: “sumar”.

Luego –como era esperable– vino otra pregunta de mi padre: “¿Qué es más fácil: calcular potencias de números o multiplicar?”, que obtuvo la respuesta obvia: “multiplicar”.

Y eso, aunque parezca una banalidad, es lo que uno tiene que saber si quiere hacer cálculos en forma más sencilla. Obviamente, en la década de 1950 no había calculadoras ni computadoras. Por lo tanto, si uno tenía que hacer operaciones con números grandes (de muchos dígitos), usar logaritmos era la forma de abordarlos.

En esencia, los logaritmos ayudan a multiplicar números de muchos dígitos. Si bien no voy a hacer acá el desarrollo de la teoría de los logaritmos, lo primero que uno aprende de ellos es que si tuviera que multiplicar dos números “grandes”, lo que hace es calcularles el logaritmo a ambos, luego sumar esos logaritmos y, después, se vuelve para atrás (lo que en la escuela se llama “calcular el antilogaritmo”, o bien uno vuelve para atrás con la función exponencial).

Para simplificar, supongamos que uno tiene que multiplicar dos números escritos como potencias de 10. Digamos 105 x 107 . Dicho de otra forma:

100.000 x 10.000.000 (*),

o sea, cien mil por diez millones.

El número 5 –que aparece en 105– cuenta la cantidad de “ceros” que tiene el primer número, y de la misma forma el número 7 –que aparece en 107–cuenta el número de ceros que tiene el segundo.

Entonces, si uno calcula los logaritmos de ambos, obtiene 5 y 7. Los suma y obtiene el número 12. “Volver para atrás”, en este caso, significa poner un uno seguido de doce ceros, y por lo tanto, el resultado de multiplicar 105 x 107 = 1012= 1.000.000.000.000.

La cantidad de dígitos que tiene un número indica cuán grande es. Lo que hace el logaritmo de ese número –entre otras cosas– es detectar cuántos dígitos tiene y, por lo tanto, saber qué tamaño tiene.

De esa forma, uno tiene idea del tamaño que tendrá el producto. Después lo podrá calcular con mayor o menor precisión, pero estimar el número de dígitos permite estimar el tamaño del producto.

Por supuesto, los logaritmos tienen múltiples aplicaciones que sería imposible enumerar acá. Pero, al menos ahora, si alguien viene y le pregunta para qué puede servir conocer el logaritmo de un número, usted le puede contestar que tener ese dato permite saber (entre otras cosas) el tamaño del número. Permite también convertir multiplicaciones en sumas y potencias en productos. Se usan para convertir cuentas complicadas en otras mucho más sencillas.

Pero el logaritmo (y su inversa, la función exponencial) también se usa para medir la intensidad de un terremoto (en la escala de Richter), para evaluar cuánto tiempo llevaría la solución de un problema mediante una computadora (lo que se llama estimar la complejidad de un proceso), para describir el decaimiento radiactivo de una sustancia, para medir cómo se expande una enfermedad o cómo crece o decrece una colonia de bacterias, para calcular cómo crece un determinado capital invertido en un banco a un cierto interés, en múltiples ocasiones en ingeniería y física… y la lista continúa. Hasta para medir semitonos en las partituras de música están presentes.

Para todos aquellos que nacimos antes de la era de las calculadoras-computadoras, usar logaritmos y reglas de cálculo era nuestra única salvación. Los usábamos para resolver operaciones larguísimas y cuentas tediosas que, hoy, abordamos con total naturalidad. Lo que pasa es que hoy nos resultan transparentes. Están, sí, pero no se los ve.

(*) 105 = 100.000 y 107= 10.000.000

Informática de Estado

«A veces más vale callar y pasar por tonto, que abrir la boca y demostrarlo.»
Noel Clarasó.

El 1 de marzo de este año, el ejército colombiano organizó una acción militar contra las FARC. En la operación se consiguió una infraestructura informática que los terroristas tenían en su poder. El golpe fue de tremenda importancia, aunque al tiempo causó y sigue causando cierto revuelo por la forma de actuar del gobierno colombiano. La acción militar ocurrió en territorio ecuatoriano, lo que supone una incursión de un ejercito extranjero y por ende una posible acción de guerra. Esto es lo que defiende los ecuatorianos.

Bueno, y a qué viene esta noticia. La traigo aquí por el material informático requisado y el jaleo que esta ocasionando su posesión. Según fuentes que he leido, las «tropas colombianas llegaron hasta el campamento y confiscaron tres ordenadores portátiles negros, marca Toshiba Satellite, dos discos duros externos Lacie y tres memorias USB. Los ordenadores estaban en sendas cajas de metal gris…Para recuperar y analizar la información sin alterar los originales, los expertos colombianos usaron dos programas de software: el FKT, para sacar la imagen del disco duro, y el Encase, un programa forense. Se hicieron dos copias llamadas «espejo»: con una trabajó la inteligencia colombiana, y la otra quedó en manos de Interpol, que en breve presentará su dictamen sobre la autenticidad de los contenidos. Los originales están en manos de la fiscalía de Colombia, para preservar la cadena de custodia. Los ordenadores contenían una mina de oro: 11.000 documentos, 2.000 fotografías y casi 200 vídeos que han aportado a las autoridades de Colombia una información invaluable» (El País)

En principio hasta aquí no parece haber nada raro, es posible que tuviesen los tres Toshiba como las fotografias y videos, yo en casa tengo más fotografias solo de mi hija. Me llama la atención lo de 11.000 documentos y particularmente siento curiosidad por saber a que llaman documentos.

Lo cierto es que se puede ser más preciso. La imagen que pasaron a INTERPOL permitió determinar que «las ocho pruebas instrumentales de carácter informático decomisadas contienen más de 600 gigabytes de datos, entre los que hay 37.872 documentos escritos, 452 hojas de cálculo, 210.888 imágenes, 22.481 páginas web, 7.989 direcciones electrónicas, 10.537 archivos multimedia (de sonido y vídeos) y 983 ficheros cifrados.

En palabras sencillas, se puede decir que este volumen de datos corresponde a 39,5 millones de páginas de Microsoft Word y, si todos los datos incautados estuviesen en formato Word, a un ritmo de 100 páginas por día, se tardaría más de 1.000 años en leerlos. Para descifrar los 983 archivos cifrados los especialistas de INTERPOL conectaron diez ordenadores entre sí y los hicieron funcionar todos a la vez permanentemente durante dos semanas.» (Radio Caracol)

La nota más curiosa y lo que ha desatado las malas relaciones entre Ecuador y Colombia (en alguno de los papeles incautados se insinuaba la permisividad, cuando no la colaboración, del gobierno de Ecuador con las FARC), es la supuesta manipulación de los datos obtenidos por parte de Bogotá según la fiscalia de Ecuador. Una vez recuperados los datos el gobierno de Colombia le pasó una copia al gobierno de Ecuador. Sin embargo, la fiscalía de Ecuador manifiesta que «los archivos que recibió Ecuador fueron grabados en un disco compacto, no corresponden a una imagen forense (copia de todo el disco duro). Por lo que varios tienen como fecha de creación la misma en que fueron grabadas» (Extra.ec).

A mis alumnos les digo que, antes de presentarme las prácticas, verifiquen que el nombre que aparece en propiedades es el suyo, no el del compañero.

Semana de la ciencia

«La felicidad no está en la ciencia, sino en la adquisición de la ciencia».
Edgar Allan Poe.

Periódicamente celebramos la Semana de la Ciencia, el evento que pretende acercar la ciencia a la sociedad. Para ello se coordina un amplio Programa de Actividades con exposiciones, mesas redondas, talleres, visitas guiadas, conferencias, excursiones… El fin: invitar al ciudadano a descubrir, experimentar y disfrutar con la ciencia de hoy y de mañana. Estas palabras se extraen de las diferentes web que anuncian las actividades en cada comunidad, por lo menos así sucede en nuestra comunidad de la Región de Murcia.

Para este evento las universidades hacemos un esfuerzo en mostrar diferentes actividades que desarrollamos con nuestros alumnos y pequeños ejemplos de lo que enseñamos en las carreras. Es encomiable la labor de mis antiguos profesores y compañeros de facultad en llevar las matemáticas a los curiosos de la ciencia. Con lo que nos cuesta a los profesores que nos entiendan, este año, como los anteriores, han mostrado unas matemáticas difíciles en unas explicaciones sencillas y divulgativas. La trasmisión de que la ciencia es el resultado del estudio, debe inculcarse en los jóvenes estudiantes. No se trata de un divertimento para pasar una tarde desocupada, sino de buscar el despertar en las posibilidades que nos ofrece el mundo donde vivimos.

He disfrutado con la labor de los profesores enseñando la construcción de cohetes y su vuelo propulsados por gaseosa. Todo cuanto nos lleve a abrir los ojos de los niños inyectándoles un suero de curiosidad es un paso en conseguir más amantes de la ciencia para el futuro.

El esfuerzo de los entes públicos y privados en llevar adelante estos eventos no debe cejar; es más, debemos aumentarlo, conseguir que la Semana de la Ciencia sea el inicio de un año de la ciencia. Ahí es donde los institutos pueden explotar todas sus posibilidades.

En estos casos siempre recuerdo las películas norteamericanas, cuando los niños de los colegios o sus institutos desarrollan actividades durante el curso, que las plasman en competiciones al final del mismo. Puede que nuestra Semana de la Ciencia tuviese mayor impacto si se trasladase a final de curso. Cuando el alumno ha tenido oportunidad de aprender y preparar su actividad para mostrarla a su vecinos, a sus amigos, a sus familiares. Incluso desde las Universidades podríamos diseñar con mejores perspectivas demostraciones de nuestras clases que los alumnos hayan podido dominar durante todo el curso. Con este tiempo disponible, no solo conseguiríamos trasladar la ciencia al ciudadano, sino implicar a la mayoría de nuestro alumnado en el deseo de trasmitir sus propias creaciones.

Solo sería necesario que, quienes aportan gran parte de la subvención para estos eventos, no lo vean como un acto más para aumentar su bagaje de actuaciones y logros, sino un verdadero propósito desinteresado en conseguir que la ciencia cale en la sociedad.

El principio

«La unión hace la fuerza».
Esopo.

Declaración del Consejo de Colegios de Ingenieros en Informática de España

Acuerda:

1) Denunciar el riesgo que supone para la economía del país que el Ministerio de Ciencia e Innovación haya propuesto la estructura de todos los títulos universitarios de ingeniería, excepto el de Informática.

Esto agrava la situación de abandono y desprecio que el Ministerio de Industria y su Secretaría de Estado de Telecomunicaciones mantienen hacia esta profesión, motor del desarrollo tecnológico e industrial desde hace más de 30 años.

2) Apoyar la ficha de directrices específicas que la CODDI (Conferencia de Decanos y Directores de Escuelas de Ingeniería Informática) ha propuesto al Ministerio de Ciencia e Innovación para que la Ingeniería Informática esté en el mismo plano de igualdad que el resto de Ingenierías.

3) Asumir y apoyar las movilizaciones convocadas para el próximo 19 de noviembre, a las 12h, como expresión del más que justificado descontento que sienten los 130.000 Ingenieros e Ingenieras en Informática y los 95.000 estudiantes de esta titulación por esta situación.

4) Siendo conocedores de las propuestas que se están haciendo en diferentes ámbitos de la red y dado el impacto del buen uso de la Informática en la vida económica y social del país, y ejerciendo la responsabilidad profesional que el sector nos reconoce y aún no las autoridades, nos oponemos a cualquier uso de la Informática que se aparte lo más mínimo de la legalidad vigente.

5) Advertir seriamente que este Consejo promoverá y liderará importantes movilizaciones si alguna de las competencias de naturaleza propia informática es reconocida en alguna ingeniería distinta de la informática con lo que de excluyente para la informática tendría una medida como esta.

6) El Consejo de Colegios de Ingenieros en Informática se personará el próximo 12 de noviembre, a las 16h, en el Senado, para ejercer, con el mayor orden y respeto, nuestro derecho de expresión ante las Senadoras y Senadores de la Comisión de Ciencia e Innovación, que van a votar dos mociones en que se insta al gobierno a resolver esta situación. Asimismo, convocará una rueda de prensa para el próximo 19 de noviembre, para dar cuenta de las movilizaciones realizadas y sus consecuencias.

Y así lo firmamos todos los decanos de los colegios integrantes de este Consejo.

El Consejo de Colegios de Ingenieros en Informática está integrado por todos los Colegios Profesionales de Ingenieros en Informática creados en España. Estos son los Colegios Profesionales de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Principado de Asturias,Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Extremadura,Región de Murcia, País Vasco y Comunidad Valenciana.

 

Ahora si comienza a vislumbrar se un rayo de luz en la tormenta de desuniones que oscurecía el cielo.